ACRU: OBRAS EN OBRAS, LA HUMILDAD DEL ARTISTA Y EL CAMINO POR RECORRER

Pasaron 15 minutos del nuevo día, estamos a viernes 16 de diciembre, de a poco la Avenida Libertador se transforma en un eufórico aluvión de ese estribillo que nos volvió a unir, lentamente al son de “Muchachos, ahora nos volvimos a ilusionar”, anunciando el apoteótico final que nos esperaba dos días después. No fue casualidad esa energía y potencia, ya que minutos antes, esos miles de chicos y chicas habían presenciado el último show del 2022 de Agustín Cruz, mejor conocido, como Acru.
Ese jueves 15 de diciembre, el rap argentino, sudamericano, y debo decir sin pelos en la lengua, mundial, hizo historia, pasada, presente y futura. Pd: gracias a Matías Petruccelli por las acreditaciones.

Las expectativas eran altas, las ansias se colmaban en largas filas donde la cultura urbana y el día a día convergen esperando el momento en que se abrieran las puertas de Obras. Un par de pasos dentro del recinto, con beats de fondo del gran DJ Pela y rondas de gente freestyleando para ir comenzando a respirar hip hop en todas sus expresiones.
Se hicieron las 21.15 horas, luces apagadas, y en el escenario aparecen unos cuantos muchachos con pasamontañas a puro graffiti y breakdance, para que uno de ellos, nacido en el norte, se desenmascare y comience con el tema que lleva de título su nombre, “Agustín”.
Acru desde ese momento, junto a su gran banda integrada por Fabio Gómez en batería, Martín Varela en bajo, Haze su eterno DJ y compañero, y Facundo Cassetari en guitarra, se volvieron dueños del lugar sin ser posesivos, sino más bien estandartes y voces que inspiran al “desde abajo se puede crecer y quiero que vos crezcas”, con el concepto Obras En Obra a flor de piel.
Continuaban las canciones con “Who’s Back?”, “Throw Up Session #2”, “C.O.L.D.”, un freestyle a capella, “Hattori Hanzo”, “Dharma” (con un pequeño percance que más que error, demuestró empatía y humanidad) y “Estuve Ahí”.
La vibra estaba por los aires, la platea nunca conoció sus asientos, las manos en el aire, las pullman preferenciales extasiadas y un campo llenísimo logrando que cada mínuscula parte se hiciera inmensa. Era dar y recibir constantemente entre el escenario y el público.
Para “Kien?”, se convocó al primer galáctico, Veeyam, histórico productor, DJ que colaboró con Acru en el EP “Yantaz”, y en este caso guitarrista, para aportar una onda más rockera a un tema ya de por sí con muchísima pesadez, y luego compartir “Throw Up Session #4” que había salido un día antes, escaso tiempo que no fue impedimento para que los varios millares de personas vociferen verso a verso, además de contar con la participación de un saxofonista en “Throw Up Session #1”.
Uno de los momentos más hermosos de la noche, fue en la reversión de “Ángel”, canción que Agustín le dedicó a su abuela, que como tantos seres queridos no se fueron, se volvieron algo más grande, seguido por un repaso por las primeras épocas del artista con “Sin Rencor”, y la enorme invitación al gran Facundo Álamo, también conocido como Faqq, pero que se volvió a llamar Kundo13 para hacer “Bang” en conjunto.
Regresaba el aura del freestyle con las participaciones de Núcleo (a.k.a Tintasucia, productor del Triángulo Estudio), Indio Javi y Skan desde el interior, manteniendo el rap bien alto desde el under.
Luego llegaría “Notas Oscuras”, aquella canción que Acru escribió con solo 14 años de edad, para luego arremeter con unos párrafos nacidos ocho años después vertidos en “Delirio” con una orquesta de cuerdas.
Después de “Vicios”, Agustín llamaría a un tal Valentín Oliva, un pibe que en el DNI lleva por nombre tres letras: WOS y que se acostumbró a esto de llenar estadios para dar una versión descomunal de “Animal” con el público enardecido y eufórico a más no poder.
Tanta energía sería aprovechada para seguir con “Disparo” y “Represena”, entre emulaciones al “Qué Calor” de Pibes Chorros y la tierna imagen de Haze buscando agua para compartirle al público, como también la predisposición del lugar de empezar a repartir vasos para poder dar unos buenos respiros e hidratarse.
Una “Throw Up Session #3” junto a Evlay, con quién colaboró para hacer esa canción y también excelente productor, con Acru dedicándosela a la “Negra”, Cata, su compañera de vida, sirvió para bajar un par de cambios, con el propósito de volver a explotar en “El Origen”, y una presentación del Cypher Vol. #1 junto a Brapis, Saje, Kelo, Kundo y Santoz, (faltó Urbanse), dándo cátedra de lo que es el hip hop nacional.
Acru no quiso perder la oportunidad de dar reconocimiento a cada persona que trabajó en la fecha, nombrando a su crew y equipo mostrando la unión y humildad en su máxima expresión, haciendo énfasis en la seriedad del movimiento y la importancia de ser agradecido, dando lugar a la única e inigualable “Monoblock”, cayendo en la cuenta como sus canciones están hiladas en sus líricas y la ficha de que ver un show de este muchacho es sinónimo de inspiración a crear, a hacer, a volverse un activista de lo que se ama.
Se iba acabando la lección de a poco con “Ready For Woo” y la obligatoria “Román”, que esas líneas tomarían un significado distinto y con más fuerza después de la hermosa historia que concluiría el domingo después de 36 años. Ver a Acru, Argentina campeona del mundo, la 10 en la espalda, la gratitud inconmensurable hacia el artista.
El joven Román lo volvió a hacer. Gracias. Simplemente gracias.

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