BONES & ALL: LA COMPULSIÓN DE (NO) PERTENECER

Hoy toca hablar, posiblemente, de uno de los sucesos cinematográficos más esperados del 2022 para quien escribe. Es que este jueves 1 de diciembre, llega a los cines BONES & ALL, la nueva película de Luca Guadagnino (“Suspiria (2018)”, “Call Me By Your Name”, “This Is Who We Are”, “Challengers”, etc), basada en la novela de mismo nombre de Camille DeAngelis, con música de Trent Reznor (alma máter de Nine Inch Nails, conocido por musicalizar grandes obras como “The Girl With The Dragon Tattoo”, “The Social Network”, etc), y protagonizada por Taylor Russell (“Waves”, “The Heart Still Hums”) junto a Timotheé Chalamet (“Dune”, “The French Dispatch”, “Beautiful Boy”), y con las participaciones especiales antagónicas de Mark Rylance (“Ready Player One”, “Don’t Look Up”, “BFG”) y Michael Stuhlbarg (“A Serious Man”, “MIB III”, Arrival”), entre otrxs, en una peculiar historia de amor, pertenencia, compulsiones y angustia dentro de un sórdido mundo en el panorama estadounidense de los 80’s.

“Bones & All” no es una película fácil. Desde el principio su director, Luca Guadagnino, lo dictamina con voz firme, apacible y centrada en que el espectador o espectadora viva una experiencia, descubrimiento y desarrollo adentrándose en una historia que en su surrealismo tiene mucha realidad, y viceversa.
Quizás sería un plus poder haber leído la obra original de Camille DeAngelis, pero teniendo como único parámetro la película, debo decir que estamos ante una propuesta diferente que se desenvuelve de forma sombría, tierna, lúgubre y por sobre todas las cosas, hermosa.
Taylor Russell encarna a Maren, una joven desencontrada que atenta contra sí misma en la típica búsqueda adolescente de entender de dónde venimos y hacia dónde vamos, pero con la particular sed de carne humana, como le sucede también a otras personas con esas características, que entre las penumbras y de forma secreta, conviven con los demás humanos.
No hay un enfoque de ciencia ficción más que esta compulsión que separa una gran corriente de parias que más hambre caníbal, cuentan con hambre de pertenecer, de ser aceptadxs en una sociedad macabra.
Maren conoce a Lee, en la piel de Timotheé Chalamet, un muchacho con la misma condición, y juntxs emprenderán un viaje por la carretera en pos de encontrar sus raíces, saciar su mórbida dieta, abrazar un amor y encontrar las respuestas a sus preguntas.
En términos básicos, lo explícito, para cierto sector del público, quizás sea algo difícil de ver, pero viendo la imagen completa, se presenta una historia humana, entrañable, compañera y obviamente retorcida como lo es el nuevo enfoque de Guadagnino en sus producciones.
La cinematografía y fotografía es pulcra, bellísima, distante, sangrienta y abrumadora, logrando que la persona frente a la pantalla sucumba ante la magistralidad de los planos, personajes, conversaciones y secuencias. La emotividad a flor de piel siendo justamente eso, una flor que va pasando por sus distintos estadíos de vida hasta, sin más ni menos, la muerte.
Como se notará, más que una review, decidí escribir una suerte de perspectiva sin tanto detalle, extendiendo la simple invitación a que vayan a ver esta película.
La vida es una sola como para seguir en esa de ver la masividad y comercialidad apoderándose del arte. Salgan de la zona de confort, y “Bones & All” es una gran excusa para hacerlo.

Puntaje: 97/100

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