Entre el hardcore y el black metal Pt. I

Mil Caras “Segregar” (2020) Vegan Records
Género: Hardcore / Metal
Puntaje: 75/100

Casi 10 años después de ese mítico y enorme “Pietas. Virtus. Fides”, Mil Caras vuelve a arremeter con “La Adicción”, “Es Una Enfermedad” y “Del Sistema Y Sus Políticas De Exclusión”, tres canciones bajo un mismo concepto socio político contestario enfrentando una realidad que intenta agobiar lo máximo posible. El sonido Mil Caras continúa presente y suena como una buena patada en la nuca, manteniendo la esencia y los riffs de melodías agudas que tan características son para la banda. El paso del tiempo no hizo estragos e incluso se animó a marcar más la personalidad del grupo, con voces intercaladas entre el hxc vintage del inicio de los 00’s con la modernidad de hoy en día, dando frescura y ansias de más. De las pocas bandas que quedan del hardcore vegan straight edge manteniendo su mensaje siempre en alto. Gracias a ellos y más, está volviendo a renacer el estilo de vida en el país.

Los Días No Vividos “Transmutar” (2021) Independiente
Género: Hardcore Punk / Emotional
Puntaje: 70/100

Recuerdo ese “Terminal. Amanecer. Puentes” de hace 5 años, en la cresta de la ola del revival del hardcore emocional con bandas como Estaciones de Rosario, Promesas, Vientos, Uniones, Portland y más. Ese EP hizo que conociera a Los Días No Vividos, provenientes de San Miguel de Tucumán, con un hardcore rabioso, emotivo, con dosis algo punk y semi shoegaze agregándole más versatilidad a su sonido. Este “Transmutar” explica justamente eso, el mutar de los años, las revoluciones internas e introspectivas, con canciones como “Nigredo”, “Rompecabezas”, “3 De Febrero” y “(Se)” secundando lo vivido y respaldando las palabras con emociones inundadas.

Hellige “Camino De Agua” (2021) Independiente
Género: Blackened Doom Metal / Sludge / Avantgarde
Puntaje: 93/100

Cumpliendo una década de historia (y esperemos que muchos años más), Hellige, desde la zona oeste de Buenos Aires, descarga un ataque frontal de blackened doom muy personal, entrañable y oscuro, agregando pequeñas muestras de sonidos vanguardistas y un sludge pantanoso a cada riff tortuoso, denso y maquiavélico. En la vena de Deinonychus, Dolorian y Coffinworm, lo propinado por Hellige en estas cinco canciones es irrepetible. Comenzando con “Las Urnas Basálticas” que se atreve a casi emular a Bell Witch o Ahab, este disco se va carcomiendo a sí mismo en un uroboros obviamente infinito, pero también hipnótico y abrumador entre disonancias y atmósferas lúgubres. Hay un antes y un después a causa de un breve interludio que abraza la calma, para recaer en “Plata”, con aires más post black metal incluso, dejando al final a “Hueste” y “Vestigio”, dos canciones que concluyen con esta obra de una manera más violenta y directa. El talento de Hellige es de exportación internacional y seguramente estemos hablando de uno de los mejores secretos guardados del metal extremo nacional.

Recovery “s/t” (2021) Independiente
Género: Hardcore / Hardstyle / Punk
Puntaje: 70/100

Tuve el placer de ver a estos pibes hace unos días, y debo decir que son la sangre nueva del hardcore argentino. No solo por la garra y las ganas, sino por encargarse de mantener a vivo un estilo que nunca se va a quedar sin cosas para decir. Con algunos toques de la primera época de Code Orange Kids o Backtrack, pero con un mensaje straight edge, desde “Siempre Al Borde” hasta “Por Ser Uno Más”, Recovery se manda bien al frente como una topadora ante todo lo que se aproxima. Quizás el sonido que no permite escuchar de una manera más avasalladora a las guitarras juegue un poco en contra, pero el fuerte de estos muchachos pasa completamente por el vivo, así que no se pierdan la oportunidad de verlos en vivo. Mención aparte para “La Revolución De Los Maverick”.

Toxic Goat “Crucifix Destroyer” (2021) Independiente
Género: Black / Thrash / Speed Metal
Puntaje: 63/100

Con “Burning Your Body”, Toxic Goat arranca con su culto al blackened thrash lleno de velocidad de los 90’s recordando a Sodom, Aura Noir y Destruction. En este “Crucifix Destroyer” se nota una verdadera pasión a esas bandas, y otras como Destroyer 666, Hellhammer y Toxic Holocaust por nombrar alguna más moderna, en donde Toxic Goat pasa tranquilamente estas nueve canciones como algún álbum perdido encontrado en cassette en alguna cueva metalera. La producción esta retocada de una manera de darle ese sonido tan especial como de vinilo que arremete con una enorme descarga de verdadero metal, aunque desgraciadamente, la enorme influencia se nota y pasa estragos a la hora de diferenciarlos y de poder tener un carácter más propio. Para fanáticos del género, no se pueden perder esto.

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