RENFIELD: “EXISTE EL CINE DE CONFORT DE TERROR”

Existe el cine de confort de terror. Desde el lado más entretenido y en torno más a la comedia como The Cabin In The Woods, Zombieland, entre otras, por otro lado, películas insulsas como The Nun, Occulus, o del clásico terror norteamericano comercial a lo Insidious, The Conjuring, o Annabelle, por poner unos ejemplos. Renfield se posicionaría en el primer lugar, mezclando la ya nombrada comedia con algo (bastante) de gore y una trama sin tantas vueltas que ronda completamente en pos de tener una hora y media para lavarse un poco el cerebro y divertirse con lo que sucede en pantalla.

Así que pongamos en una licuadora la estética Kick Ass, todo el culto a Drácula cuidando detalles sobre su historia, algo de humor histriónico sin romper nada, un guión aceptable y correcto, y mucha, pero mucha sangre que parezca pintura y tenemos a Renfield.

Centrada en la historia de Renfield (posta, si ven la película y hacen un drinking game por cada vez que lo nombran, les prometo que entrarán en un grave estado de alcohol, cuidense si lo hacen…), el asistente de Drácula por varias décadas, teniendo a Nicholas Hoult proveyéndole a Nicolas Cage de un servicio eterno en devoción a su imagen, con un Hoult retraído que recuerda mucho a su papel en Warm Bodies pero que cuando se suelta muestra su crecimiento con los años, y un Nic Cage soberbio, teatral con reminiscencias al cine alemán que tanto vanagloria y simplemente dando cátedra en su visión del icónico vampiro. Su relación tóxica se ve eclipsada por unas ansias de Renfield de tener una vida normal y preguntarse qué más hay fuera de toda su existencia, disconformidad que se acrecenta al encontrarse con Awkwafina, la, al parecer, única policía no corrupta de Los Angeles. Ambos van a forjar una amistad platónica en pos de desmantelar la mafia y poder concluir con el imperio silencioso del señor de los murciélagos.

La química entre los artistas es sublime pero termina fallando en la vieja costumbre norteamericana de irse desinflando al final para poder terminar de la mejor manera posible, sin contar con muchas vueltas de tuercas ni explicaciones, meramente contentando a la persona frente a la pantalla.

Conclusión:

La visión de Chris McKay compra gracias a su experiencia en películas como The Lego Batman Movie y The Tomorrow War, además de haber participado en los satíricos Robot Chicken, Su propuesta es efectiva, interesante y gracias a unas buenas líneas (cuac, cuando miren la película lo entenderán) y un reparto acorde a la situación, se sale con la suya y entrega una película para un domingo a la tarde sin mucho que hacer que cumple su rol con creces.

Puntaje: 73/100

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