THE FLASH: “POLÉMICAS DISFRAZADAS DE DECISIONES MULTIVERSALES”

Mañana llega a los cines el final del DCU (universo cinematográfico de DC) como lo conocemos. Aquella encomienda que se le dio a Zack Snyder fue pasando por millones de cuestiones, sin sentidos, incongruencias, algún que otro acierto y hacer oídos sordos a los fans, etc. que complicaron la labor del mencionado Zack y de poder gestar un universo extendido que pudiera enfrentarse a Marvel y su unión con Disney.
¿Qué nos pueden salvar? Bueno, tres personas y un concepto: James Gunn, Andy y Bárbara Muschietti, y el multiverso.
El primero, se puso a la cabeza de esquematizar un nuevo DCEU centrándose en la calidad en demasía con la increíble The Suicide Squad y la magnífica serie de Peacemaker. Los Muschietti por su parte, les dieron su toque de una manera tan particular como especial a este film, que gracias al concepto multiversal, salieron airosos de este tremendo viaje para entregar una muy buena película.
Pero terminemos con la cháchara y vayamos a lo importante: THE FLASH. Y obviaré todo lo que tenga que ver con la persona de Ezra Miller porque ya es sabido en todos lados que hay mucho por decir y poco por entender con el rol que tomó en conjunto a las decisiones de Warner acerca de su comportamiento más que errático y cuestionable.
Sin más, empecemos…

The Flash se centra en la vida de Barry Allen, y cuasi parafraseando a Flashpoint (con bastantes retoques que al día de hoy ya no nos sorprenden y de alguna manera es preferible dejar pasar) y en todo lo que le conlleva su heróico alter ego Flash, humanizando al personajes con todos sus devenires fisiológicos y de metabolismo, además de la enorme problemática de demostrar la inocencia de su padre ante la acusación de haber asesinado a su madre.
Las decisiones que toma al descubrir nuevos poderes para volver al pasado e intentar cambiar los hechos que cambiaron su historia, va develando como las líneas temporales hacen lo suyo, y capaz mover ínfimamente algo de lugar puede cambiar todo tipo de universo paralelo y continuar creando más y más.

Con el fin de obviamente no spoilear, también debo aclarar que no vi la versión final del film, ya que el mismo se estrenará directamente en los cines. Pero en fin, ya con el trailer teníamos un vistazo al Batman de Keaton, el Batman de Affleck, la presentación de Supergirl, el regreso de Zod, y muchísimos cameos puestos de forma delicada y que realmente hará sonreír a decenas de personas en cada proyección.En general, remite a un cine más orientado al cómic, sobre todo en la primera media hora, internalizando en sus personajes y características para comprenderlos aún más, con un guión aceptable y una fotografía inmersa en colores cálidos además de los ya llamados detalles que hacen que no puedas sacar la vista de la pantalla ni por un segundo.The Flash es una ofrenda, un homenaje, un cierto sentido de comprender que el gigante editorial debe seguir su propio camino en vez de ver a sus “contrincantes” de Marvel. En todo momento que DC se enfocó en su visión, brilló. Y este vuelve a ser el caso, con sus dosis desenfrenadas de comedia pensada, alguna que otra argentineada ya filtrada, acción incesante y la reafirmación de que un nuevo comienzo les va a sentar muy bien.Por este 2023 nos quedan Blue Beetle y Aquaman: The Lost Kingdom, que todavía no pertenecen al reboot en sí, pero que ya empezarán a sentar las bases para todo lo demás que se viene. The Flash tiene el cometido de despedir una idea propensa a ahogarse por su propio peso y protagonista, pero que terminó saliendo a flote por lo que vale.

Conclusión:

The Flash es entretenida, respetuosa, inteligente. Puede que no sea una obra maestra de pies a cabeza, pero realmente es una bocanada de aire fresco que invita a verla repetidas veces y abrazar sus momentos más álgidos.

Puntaje: 88/100

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