DC obra de maneras muy extrañas y misteriosas. Reboots, reinicios (si, redundante pero distinto), cambios de elenco, promesas no cumplidas, la intensa necesidad de parecerse a su “archienemigo” Marvel construyendo un universo cinematográfico, sus actores principales inundados en polémicas y proyectos que nunca sabremos si verán la luz, son algunos de los factores en los que el gigante de los cómics se ve envuelto en el séptimo arte, sin contar obviamente sus exitazos unitarios como The Batman o Joker.
El caso de SHAZAM! (2019) es algo aislado, ya que si bien es de lo mejorcito del ya muerto universo que estaban intentando gestar, al parecer sobrevive al reinicio y continuaremos viendo a Zachary Levi y a su familia con el rayo en el pecho por un tiempo más. Esta secuela llamada Fury Of The Gods fue presentada cabizbaja, sin hacer mucho ruido y expectante hacia lo que podría suceder entre taquilla y audiencia, y si bien en el primer punto al estrenarse hoy jueves 16 de marzo mucho no sé, debo decir que en cuanto a reacciones del público, sigue firme en su propósito de unir humor, sentimiento familiar y acción carismática de forma desmedida y agradable.
La trama esta vez se centra en los traumas emocionales de su protagonista Billy Batson / Shazam, en la piel de un Asher Angel algo apagado y un Zachary Levi que hace lo posible por parecerse al Ant Man de Paul Rudd de Marvel, y justamente en los momentos donde deposita su impronta, es donde mayor empatía causa y más brilla. El miedo a crecer, la familia, el sentido de permanencia y la búsqueda existencialista de entender su papel como superhéroe se hacen presentes y con poco terminan haciendo mucho, sorprendiendo en los giros argumentales y haciendo algo de agua en los efectos visuales por momentos.
David F. Sandberg retorna en su rol como director, y centra en villanas no tan conocidas en los comics, encontrando en Helen Mirren y Lucy Liu, dos hermanas con problemas de compatibilidad y un propósito algo difuso que como toda película de superhéroes (la mayoría al menos), peca de básico, pero la dosis humorística termina por cuajar todo menjungue desprolijo.
Mucho muy importante ha sido darle más énfasis en los personajes secundarios, teniendo a Djimon Honsou como The Wizard y a Jack Dylan Grazer como Freddy Freeman formando una dupla inesperada que a base de incomodidad, rapidez mental y buen guión, se llevan algunas de las mejores escenas del film, junto a Adam Brody que encarna el alter ego mágico y superpoderoso del ya mencionado Freddy. Toda la familia Shazam cumple sus cometidos con creces, además de contar con un cameo insólito que centra más dudas que respuestas, a lo mismo que la escena post créditos, que si bien está excelente, aún rondan preguntas sobre el futuro de esta franquicia.
CONCLUSIÓN:
De una manera casi inédita para quien escribe, quizás por asistir a la función sin expectativas, Shazam: Fury Of The Gods termina siendo una más que aceptable película. Divertida por sobre todas las cosas, con las dosis justas de emoción, detalles e historias para entretener. De tanto en tanto, no hay que darle tantas vueltas a las proyecciones y simplemente disfrutar. Esta secuela sirve justamente para eso.
PUNTAJE: 70/100