De un momento para otro, James Gunn apareció para salvar el cine de superhéroes. Suena bastante fatalista pero la realidad es esa. Quién primero saliera al ruedo con Slither en 2006 y después Super en 2010, se puso en boca de todos en 2014 al darle entidad a personajes bastante subterráneos (pero obviamente increíbles) de Marvel como lo son los Guardianes De La Galaxia, y comenzó a forjar este camino impresionante con una trilogía para el UCM y ahora ser la mente maestra detrás del Universo de DC en su resurrección.
Teniendo lo dicho arriba como base, es verdad que este particular género cinematográfico viene en decaída en cuanto al respeto propiamente dicho hacia este tipo de películas, teniendo claros ejemplos aparte como The Batman entre otros pocos, pero en sí, todo se volvió un claro “consumo, mastico, consumo, mastico, escupo” que tornó todo tan monótono que de lo único que hay que depender es de la nostalgia y llamar a antiguos actores y actrices que participaron en films de culto para poder vender tickets. Y James Gunn tiene en claro eso de la comercialidad, pero lo hace de la manera que quiere y eso es lo que hace que sobresalga.
Y Guardianes De La Galaxia Vol. III no tiene ningún problema en tener bastante más violencia que todas sus compañeras, de forma más gráfica inclusive, de lanzar un insulto por primera vez en la historia de la franquicia, de ser parcialmente autónoma, de abrazar el concepto de familia y de introspección hacia lares inhóspitos para todo lo relacionado con este universo, en presentar amor sano y ajeno a las toxicidades, en entender las demandas y necesidades de sus personajes, de respirar por su cuenta sin que nadie atente contra sus pulmones, y sobre todo, de bancarse todo su peso sin problemas.
Acá no hay presiones más que las que te antepone la trama, con el corazón en la boca viendo encrucijadas a personajes entrañables que hace más de una década se ganaron el amor de millones en la audiencia. Acá hay una libertad, que obviamente se ve medida porque estamos ante un gigante como lo es Disney, pero aún así, libre.
Podría enumerar también que la fórmula es simple: presentación, conflicto, villano (uno de los más viles del UCM hasta ahora debo decir), nudo y desenlace. Y lo es, es tan simple que lo complejo es lo más importante: su guión. El enfoque se da en Rocket y ese mismo enfoque transmuta a lo que acontece dentro de cada uno de sus compañeros y compañeras, Mantis, Drax, Nebula, Groot, Kraglin, Cosmo, en alguna medida Gamora, y por supuesto, Peter Quill, conocido en la galaxia como Star Lord. Humanizar a seres con tremendos poderes es la razón por la que Guardianes De La Galaxia es la mejor trilogía de Marvel hasta el momento.
Conclusión:
Es verdad que va a haber detractores, porque en la masividad obviamente existe ese factor tan común de odiar por odiar, y entiendo algunas quejas sobre el personaje de Adam Warlock por ejemplo, pero la realidad es que acá está hecho todo prácticamente de manera perfecta. Esta película es hermosísima por donde se la mire, con un mensaje enternecedor que también llama la atención acerca del consumo de animales, y el darle el amor humano realmente a una historia de ciencia ficción, ahí es el lugar al que hay que ir. Perdón lo coloquial, pero dejense de joder y disfrutar.
Puntaje: 100/100