Por Luis Digiano
“Siempre es importante sumar”, nos dijo el arquero de Temperley, el uruguayo Matías Castro al término del encuentro.
Hay una regla básica en el fútbol que dice que cuando no se puede ganar, el punto es importante. Lo crucial es no perder. Y eso fue lo que ocurrió en el empate en cero entre el local Estudiantes de Buenos Aires y la visita el Celeste de la dupla Quiñones-Aguirre.

Temperley le jugó de igual a igual en el medio donde Toledo se las arregló en la marca, apoyado por Gallegos y en la defensa el “pelado” Ezequiel Rodríguez se convirtió en la figura al jugar no sólo en su puesto de marcador central, sino que también cubrió los inmensos baches que dejaba el marcador de punta Mauro Rosales, donde por su punta el local llegó con algo de peligro, al arco bien custodiado por Matías Castro.

Lo tuvo primero el ya mencionado Lonardi, luego Catriel Sánchez lo desperdició y Santiago Camacho también tuvo la suya, pero la mala puntería o la intervención de Castro lo evitaron.
Temperley ya decidido a cuidar el empate, sólo tuvo una oportunidad en el complemento merced a un tiro libre del “Peluche” Allione que se fue apenas desviado junto al palo izquierdo del golero Monllor.
Sin llegar a ser total dominador de las acciones de juego que se hizo luchado, trabado, demasiado disputado y por momentos brusco merced a la opaca labor del árbitro Julio Barraza, que se dedicó a hablar todo el partido, Estudiantes fue un poco más.

De los 22 protagonistas del campo de juego si tenemos que nombrar una figura, nos quedamos con el “pela” Ezequiel Rodríguez quien fue un baluarte en la línea defensiva y debe tener un chichón en su cabeza de todos los centros que devolvió.
El próximo partido de Temperley se jugará el domingo en horario aún sin definirse bien, algunos dicen a las 15.30, otros a las 19.15 por TV, frente a Atlanta que viene con 10 unidades contra las 8 del local, en el estadio Alfredo Beranger.