El presente jueves 5 de mayo, llegó a los cines de la mano de Marvel y Disney, la esperadísima secuela de Doctor Strange (2016), llamada “In The Multiverse Of Madness”, marcando un antes y un después en el universo cinematográfico de Marvel adentrándonos en todas las teorías, secretos, curiosidades y desvelos del multiverso del mundo del gigante de los cómics.
Teniendo la particularidad de volver a ser dirigida por un director característico del terror, ya que en la primera estuvo en el ojo Scott Derrickson (conocido por haber dirigido “Sinister”, “Deliver Us From Evil” o la reciente “Black Phone”), ahora estamos ante el gran Sam Raimi (que no solo deslumbró con la saga del Spiderman de Tobey Maguire, sino que también dirigió “Evil Dead”, “Army Of Darkness”, “Drag Me To Hell”, etc). Protagonizada obviamente por Benedict Cumberbatch volviendo a encarnar al Doctor Strange, y tremendamente acompañado (e incluso a la par), con Elizabeth Olsen como Wanda Maximoff / Scarlet Witch, Benedict Wong como Wong, Rachel McAdams regresando como Christine Palmer, Xochitl Gomez como América Chavez, flamante incorporación al UCM, y un par más que van a tener que ir al cine para enterarse…
Entonces, habiendo dicho todo esto, ¿estamos ante OTRA película de Marvel? La respuesta es no. Rotundamente no.
Más allá de los nombres y de estar, claramente, entrelazada con este enorme universo cinematográfico, desde el título, “Multiverse Of Madness” haciendo referencia claramente a la obra de H.P. Lovecraft y teniendo un villano en aparición como Gargantos (en realidad Shuma-Gorath, pero los derechos pertenecen a otra compañía) son los primeros vestigios que se pudieron ver desde el trailer. Pero, sin más preámbulos, ¿por qué esta secuela es diferente a todo lo demás? Porque estamos ante la primera película de horror de Marvel.
Acá tenemos el hermoso ego y visión de Sam Raimi desenfrenados, junto a unas magistrales actuaciones de Cumberbatch y Olsen (más de Scarlet Witch por favor), secundados por lxs demás rondando una presentación eximia y soberbia de todo lo que muchas veces no quiso representar ni Disney ni Marvel. Estamos hablando de escenas de violencia bastante subidas de tono, una trama bastante más adulta de la que nos tienen acostumbrados, momentos de tensión extrema que puede llegar a hacer saltar de la butaca a cualquier desprevenidx y algunos paralelismos y juegos de imágenes con obras magistrales del género.
Teniendo en cuenta todo el misticismo que está rondando a todo lo que concierne a Marvel, donde a veces las escenas post créditos (que acá hay y dejan con mucha expectativa para lo que se viene) y cameos (EXCELENTES) pasan a ser el ojo de la tormenta, “In The Multiverse Of Madness” se destaca por brillar por sí misma mediante una estructura inquietante, grandes alivios cómicos, referencias masivas a datos que a cualquier fan le sacará mil sonrisas, y simplemente dos horas y media de cine para disfrutar y entregarse de lleno.
Ojalá este sea un antes y un después para la visión de Marvel, enfocándose más en la perspectiva de sus directores y en dejar volar los roles con gran fluidez. Hay Marvel para rato, eso lo sabemos, mientras, bienvenidos al multiverso de la locura.
Puntaje: 88/100