Por Luis Digiano
Con mucha voluntad pero con pocas ideas, algunas falencias defensivas y poca sorpresa, Temperley cayó derrotado en su estadio frente a Atlanta por dos tantos contra cero.
En los papeles pensamos que íbamos a presenciar un partido disputado, con ambos conjuntos con ganas de ser protagonista, pero en la práctica debemos decir que fue el “bohemio”, el conjunto que en un sólo tiempo venció al gasolero y se llevó tres valiosos puntos del Beranger.
Sin dudas que los dos goles en tres minutos hicieron caer el proyecto de encuentro que habían pensado la dupla Quiñones-Aguirre, que hicieron todo lo posible por lograr llevar peligro al marco bien custodiado por el experimentado Francisco Rago, pero que al final y pese al esfuerzo de sus dirigidos, no se consiguió.
A los 36 minutos un violento zurdazo del volante de creación Juan Galeano (jugó un gran partido), al palo izquierdo de Matías Castro, que se vio sorprendido y la pelota se le coló bajo su cuerpo.
Tres minutos más tarde, escapada por la franja derecha de Julián Marcioni (la figura de la cancha), la defensa que duda, el guardameta que no reacciona y el delantero Gonzalo Klusener de cabeza, colocó el lapidario dos a cero final.
El segundo tiempo fue un verdadero compromiso, porque el elenco celeste se dedicó a “la carga barracas”, pero con pocas ideas y el once de Walter Erviti, dedicado a cuidar la pelota y con los dos tantos a favor, copó el mediocampo de rápida circulación y así al conjunto local le quedó un funcionamiento largo y le costó mucho llegar a inquietar a un fondo seguro de Atlanta.
Ya mencionamos como figuras de la cancha a Galeano y Marcioni, a quienes se le suma el marcador de punta derecho Matías Molina, una pesadilla por su punta y en Temperley, sin dudas que la baja del marcador central Ezequiel Rodríguez a los 33 minutos del primer tiempo, le quitó solvencia al fondo y solo el empuje desde su punta del marcador de punta izquierda Pedro Souto que en el final del partido terminó de centrodelantero, se salva de la crítica, a pesar de ser un equipo que dejó todo en la cancha, pero le faltó fútbol y creación, especialmente en los que saben, llámense “Peluche” Allione o el “Toto” Reinhart.
Tres puntos importantísimos que se pierden de local y que sin dudas se lamentarán al final del torneo, que a pesar de ser muy largo y competitivo, la premisa debe ser sumar y tratar de clasificar al reducido y no quedar nuevamente afuera de la Copa Argentina como este año.
La revancha será el próximo sábado en San Juan cuando a partir de las 16.30 enfrenten a otro necesitado de resultados como San Martín, que viene de ser goleado en Jauregui como visitantes por cuatro a cero, por Flandria.