El Amor Lésbico: “De espera, ansiedad y (des)amor)”

Tras su suceso en México, “El amor lésbico”, de Gustavo Coletti, llega a Argentina protagonizada por Belén Demolli. Y nos comunicamos justamente  con su protagonista para charlar de este unipersonal que se presenta todos los sábados del corriente mes de julio en el Teatro Tadrón (Niceto Vega 4802) a las 23 hs.

– ¿Cómo se dio la creación de El Amor Lésbico?

Belén: la obra se hizo en México en el año 2015 con otra actriz. Gustavo Coletti, el guionista de la obra, se comunica conmigo diciéndome que hay una posible función en Casa Saldías en Morón y quedaba muy poquito tiempo y me preguntó si me animaba. Mi primera reacción fue SI. (risas) Porque justo en tanto tiempo de pandemia, fue como un regalo y después me di cuenta que era un unipersonal con muchísimo texto y a muy poco tiempo, pero si bien vinieron todos esos miedos, también vino una sensación hermosa enamorándome del personaje, de cómo está escrita la obra, me enamoré de los momentos, de los permisos que tiene. Y ahí empezó la creación de esta Eva que fue naciendo.

– ¿Cómo vivís cada experiencia en el Teatro Tadrón presentando la obra?

Belén: el sábado pasado fue la primera, así que muchas experiencias todavía no hemos tenido, pero hermosa experiencia. La conexión con el público fue divina, se prendieron muchísimo, la verdad que muy emocionada también con esto de poder volver al teatro. Meterme en este personaje también, que es una mina muy muy fuerte con todo lo que eso conlleva, con su cabeza, su mundo, sus desamores y amores. Entonces lo vivo de manera muy fuerte, y el sábado pasado, el 2 de julio, fue maravillosa. El público estaba muy conectado y eso a la obra le suma un montón.

– La frase “Una mujer, su celular, una ventana y la espera deseosa e insatisfecha” cautiva mucho y de alguna manera resume y no resume lo que vemos en las tablas, ¿cuánta importancia creés que reside en una descripción antes de ver cualquier tipo de arte?

Belén: creo que la descripción es importante y tiene que dar la información justa para que la gente vaya a verla. Como una película, obra de teatro, exposición de arte, lo que sea. Tiene que ser un montón y a la vez nada, como que la dejás ahí picando. La descripción de la obra la escribí yo, esa frase me marca mucho porque la obra se trata de una espera, más allá de los condimentos que van apareciendo, es una espera que se va haciendo interminable y todo lo que aparece cuando estamos esperando a alguien, la ansiedad, los sentimientos, las ganas. Después vengan a verla para ver si esa espera se concreta o no (risas).

– ¿Cuál es el mensaje que te gustaría brindar para la posteridad con la obra?

Belén: como mensaje creo que la libertad, el poder vivir libremente y disfrutando de cada cosa como si no hubiese un mañana. El personaje es así, muy intenso. También siento que esta obra es un mensaje para mí. El volver a conectar conmigo, con el teatro, con esta libertad que a mí me produce, el volver a ser quién quiero ser y con quién elegí ser. Es muy fuerte, entonces creo que ese el mensaje. Darlo todo siempre.

– En el unipersonal, desgranás plenamente una vivencia entrañable, ¿describe una parte de tu vida?

Belén: si, claro que describe una parte de mi vida y creo que una parte de la vida de todos. Creo que en algún momento todos vivimos esa espera, con nervios, ansiedad, angustia, y no solamente en cuanto a una pareja romántica, sino también a un familiar, un amigo, un amante, todos creo que lo hemos hecho alguna vez. Y desde ese lugar creo que toca a todo el mundo.

– ¿Cómo ves justamente en lo personal cómo está parada la sociedad hoy en día con la sexualidad? Sobre todo teniendo en cuenta la convivencia con pensamientos retrógrados e incluso censuras hacia la comunidad LGBTIQ+ en películas, libros, etc.

Belén: creo en lo personal estamos viviendo un momento de muchísimo cambio, y hay algo que se rompe para volver a construirse de una manera diferente y todo eso lleva un tiempo de adaptación. Creo que a largo plazo lo más importante es que podamos ser pacientes, amorosos y respetuosos para con el otro. Para poder transformar el mundo en un lugar mejor, más comprensivo, más abierto, más tolerante. Cómo ha crecido toda la industria del cine, los libros, las series, cómo han modificado muchas cosas que por ahí antes no las podías ver. Hoy tenés la libertad de elegir si las consumís o no, pero está buenísimo el poder tener esa elección.

– Hay una introspección y una catarsis inmensa en los 45 minutos de la obra, donde pasás por diversos sentimientos encontrados, ¿cómo vivís a flor de piel el desenvolverte de esa manera frente al público? ¿Cambia ese sentir presentación a presentación o es siempre el mismo?

Belén: Lo vivo muy fuerte, siempre tengo la visualización que me estoy abrazando con el personaje, y en ese abrazo me fundo y es como si se apoderara de mí. Y todo lo que pasa después es como si yo fuese una espectadora de mi propio cuerpo y alguien más tomara, de esos 45 minutos, su realidad. Obviamente que el público siempre algo te va a modificar, porque a veces se involucran más, otras veces menos, a veces se espantan, otras se matan de risa. Te toca porque es energía pura lo que está pasando ahí, depende mucho del día, pero la intensidad con la que vivo no cambia, quizás cambia energéticamente pero lo primordial se mantiene ahí en esos 45 minutos mágicos.

– ¿Qué obras, películas, libros o cualquier tipo de arte te gustaron y/o llamaron la atención de lo que hayas visto durante lo que va del año?

Belén: estuve leyendo a Julia Cameron con “El Camino Del Artista”, es un libro que es precioso para conectar con la parte sensible y creativa para desarrollarlas a pleno. También estuve leyendo a Gustavo Coletti que tiene unos poemas preciosos y quien escribió la obra. Me gusta mucho Elvira Sastre, que es una poeta española que escribe para mí de una forma tremenda, la admiro muchísimo. Después en cuanto a series, siempre un montón, me vi Stranger Things que me dejó loca el final, The Witcher, Cobra Kai, o películas clásicas que siempre estoy repitiendo alguna, por ejemplo me encantan las de zombies. Y después me gustan mucho los musicales, así que siempre algún musical me miro, un poquito de todo, me gusta ver y me encanta mirar a los actores.

– ¿Cuáles son tus planes para el resto del año?

Belén: hay un montón de proyectos. En lo principal, quiero seguir con la obra y que haya Eva para rato (risas). En serio que es un papel que me gusta muchísimo y que lo disfruto muchísimo más allá de toda la demanda energética que me lleva. Pero después también ver qué otros papeles van surgiendo. Estoy escribiendo también, empecé a hacerlo con una amiga mía que es guionista que se llama Luciana, estamos escribiendo nuestra primera obra juntas y cuando eso esté, la idea es empezar a gestarla y presentarla en algunos lados. Así que con varios proyectos, con muchas ganas de seguir aprendiendo y creciendo, y como digo, ojalá que haya Eva para rato porque amo este personaje.

 

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